Revista de Psicoterapia Humanista Corporal - Edición 2

El Aura de la Estructura Psicopática

Por. Carlos Eduardo Ramos Bolivar*

Este artículo se adentra en el complejo mundo de la psicopatología para explorar las características y manifestaciones del carácter psicopático, enfocándose en su distintiva «aura». A través de este trabajo, abordaremos qué constituye esta estructura de personalidad, cómo se proyecta su aura en las interacciones sociales y, crucialmente, cómo los terapeutas pueden trabajar eficazmente con pacientes de esta índole en el consultorio. Este análisis busca ofrecer una comprensión profunda de la dinámica psicopática y las estrategias terapéuticas adaptadas para manejar su impacto en el entorno clínico.

Vamos a comenzar por comprender el Carácter psicopático, cómo se forma y nuevo hallazgo para mí, los distintos tipos de cuerpo.

Estructura Psicopática

Estructura del Carácter Psicopático

La estructura del carácter psicopático se define por la experiencia de traición como su problema principal, influenciada por historias de lucha y defensa por causas que consideraban justas. Estas personas, parafraseando a Brennan, han sido descritas como guerreros en vidas pasadas, que «se sacrificaron mucho a nivel personal, combatieron y ganaron sus batallas» pero que, finalmente, «fueron traicionadas, derrotadas y probablemente asesinadas por aquellos en quienes más confiaban»  debido a la naturaleza dual de la victoria, que exige un adversario. Esta experiencia de traición se traslada a su vida actual, viendo la existencia como un campo de batalla constante, donde «todo el mundo es, en último término, su enemigo, incluso sus compañeros más próximos».

Carácter Psicopático

El carácter psicopático se define por una imperante necesidad de control y poder, manifestándose en una profunda negación de cualquier vulnerabilidad y una tendencia a infravalorar a los demás. Esta disposición se traduce en una activación excesiva del sistema simpático, que se manifiesta físicamente como tensión crónica en el pecho y los brazos, preparando al cuerpo para reacciones de lucha o huida.

Este perfil psicológico resulta particularmente intrigante, especialmente por la dinámica familiar en la que suele gestarse. Los traumas predominantes en este entorno son la seducción y la traición. Brennan describe esta situación diciendo: “…ha vivido en su primera infancia la experiencia de tener un progenitor del sexo opuesto seductor. El progenitor deseaba algo del niño. El psicópata formaba un triángulo con sus padres y comprobó que le resultaba difícil obtener el apoyo del progenitor del mismo sexo. Se puso de parte del otro, el del sexo opuesto, pero no logró lo que deseaba, se sintió traicionado y lo compensó manipulando a este progenitor” (Brennan, 2007, p.115).

En mi experiencia clínica con pacientes de esta caracterología, he observado cómo parecen haber madurado más rápido de lo que dictaría su desarrollo biológico. Esto se refiere a que asumieron roles dentro de la dinámica familiar, ocupando posiciones de responsabilidad desde una edad temprana, en contextos que normalmente serían inapropiados, como un padre que cuida de su hijo. (buena reflexión)

Estas vivencias conducen a una perpetua necesidad de control y dominación sobre los demás como un estilo de vida dominante. Lowen explica: “Una personalidad psicopática necesita tener a alguien a quien controlar o dominar; pero, aunque parezca que lo domina, al mismo tiempo depende de él”. “La necesidad de controlar o dominar está íntimamente relacionada con el temor de ser controlado. Estar controlado significa para ellos ser utilizado” (Lowen, 2005, p.134).

Este impulso hacia el control y la supremacía se manifiesta no solo en su comportamiento, sino también en la estructura de su cuerpo y en las tensiones musculares. En términos físicos, estas personas desarrollan un pecho ensanchado, como si buscaran protegerse de ser traicionados nuevamente.

Según Lowen, hay dos configuraciones corporales distintas que emergen de traumas específicos y para efectos prácticos lo dividiré en tipo A y B:

Tipo A:

“El cuerpo de este tipo muestra un desarrollo exagerado de la parte superior”

“Podría decirse que es una estructura cargada en la parte superior. Además, la parte inferior del cuerpo es más estrecha y puede mostrar la debilidad típica de la estructura del carácter oral” (Lowen, 2005, p.198).

La sobre-desarrollada parte superior del cuerpo podría simbolizar un intento de protegerse emocionalmente y físicamente del mundo, mostrando fuerza y dominio como mecanismo de defensa. La rigidez y la carga en la parte superior pueden reflejar la retención de emociones o estrés. La debilidad en la parte inferior podría indicar una base inestable o inseguridad, posiblemente relacionada con las necesidades emocionales básicas (características del carácter oral) no satisfechas.

Tipo B

Segundo tipo “…al que llamaría seductor o debilitante, es más proporcionado y no da apariencia de estar ampliado, su espalda es generalmente muy flexible” (Lowen, 2005, p.134)

La proporcionalidad y flexibilidad podrían simbolizar un enfoque más equilibrado hacia la vida y las emociones, con una capacidad potencialmente mayor para doblegarse pero no romperse ante el estrés o las presiones emocionales. La denominación de «seductor» podría implicar una mayor facilidad para relacionarse con los demás y una capacidad para atraer o influenciar a su entorno de manera sutil, posiblemente como una forma de manejar las relaciones y las necesidades emocionales.

Ahora vamos a ver, con base en las características descritas, qué es el aura y como es el del psicopático.

¿Qué es el Aura?

“El doctor Victor Inyushin, de la Universidad de Kazajtán… ha realizado amplias investigaciones sobre el campo energético humano (Aura) desde los años cincuenta. Basándose en los resultados de su experimento sugiere la existencia de un campo energético “bioplasmático” compuesto por iones, patrones libres y electrones libres. Como quiera que se trata de un estado distinto de los cuatros conocidos de la materia (Solidos, líquidos, gases, y plasma), … el campo de energía bioplasmático es un quinto estado de aquella” (Instituto Mexicano de Parapsicologia, 2020)

El campo aural no es el origen del evento. Es el vehículo mediante el cual la conciencia creativa del núcleo alcanza el nivel físico”

El campo eterico está formado por siete niveles, de los cuales, los primeros tres pertenecen al mundo físico y es lo que usaremos para este trabajo.

Nivel Eterico

“En este nivel las personas experimentan todas las sensaciones físicas, dolorosas y agradables… donde hay dolor corporal, hay un correlato directo de disfunción en el primer nivel del campo y lo que siente el cuerpo físicos”

“Robert Becker, doctor de medicina, realizó un experimento que demostraban que un anestésico local administrado, por ejemplo, para insensibilizar un dedo con el fin de darle un punto de sutura, detiene la corriente de partículas subatómicas que circulan por los nervios sensible del dedo”

Nivel Emocional

“…está asociado a los sentimientos o emociones sobre sí mismo. Cada movimiento de energía que se produce aquí tiene correlación con un sentimiento que cada uno posee sobre si mismo…”

“El cuerpo mental contiene la estructura de nuestras ideas”

Para comprender el funcionamiento del aura debemos conocer los chakras y su funcionamiento.

CHAKRA RADICO: DERECHO A TENER

El derecho que nace del primer chakra es el de estar aquí, lo cual se manifiesta en el derecho a recibir lo necesario para la supervivencia. Cuando se nos niegan las necesidades básicas como: Alimento, vestimenta, vivienda, calor humano, sanidad, un ambiente tolerable, etc., se está amenazando nuestro derecho a tener. Como consecuencia nos inclinaremos a poner en tela de juicio tal derecho en el transcurso de nuestra vida y esto en relación con muchas cuestiones, desde el dinero y las propiedades, hasta el amor o el tiempo que necesitamos para nosotros mismos.

CHAKRA UMBILICAL: DERECHO A SENTIR

Una cultura que reprime la expresión de la emotividad, o que consideran débiles a los que demuestran sensibilidad también infringe ese derecho fundamental, uno de cuyos objetivos es el derecho a desear. Pero si ni siquiera se nos permite sentir, difícilmente averiguaremos lo que deseamos. El niño desde pequeño aprende a no tener que sentir cuando escucha frases como: ¡Deja de llorar! ¡No tienes ningún motivo para lamentarte! ¡No tienes razón para enojarte!.

CHAKRA DEL PLEXO SOLAR: DERECHO A OBRAR

Lo bloquea la autoridad abusiva por parte de los padres y autoridades de la cultura en que vivimos. Se detiene a inocentes, se maltrata a manifestantes pacíficos que no hacen otra cosa sino obrar de acuerdo con sus opiniones tocantes a asuntos que afectan al derecho de supervivencia. Se nos enseña a obedecer y someternos. El temor a los castigos y el hábito adquirido de la obediencia ciega, inculcados por la autoridad del padre o de la madre o por las instancias culturales, obstaculizan seriamente nuestra capacidad personal, el uso consciente de nuestro derecho a obrar.

 

CHAKRA CARDÍACO: DERECHO A AMAR Y SER AMADO

En la familia este derecho puede verse menoscabado cuando los padres no quieren ni atienden a sus hijos de una manera constante e incondicional. El amor bajo condiciones poco hóspitas atenta contra la autoestima del hijo.

En cuanto al condicionamiento cultural, la restricción del chakra cardíaco se halla en las actitudes censoras ante los hombres que aman a otros hombres y las mujeres que aman a otras mujeres, los amores interraciales o las relaciones simultáneas con más de una persona. El derecho a amar queda perjudicado en los conflictos raciales, en la opresión de una cultura sobre otra, en las guerras y en todo lo que origina enemistades entre distintos grupos.

Cuando nos sentimos ofendidos o rechazados, con frecuencia cuestionamos o restringimos nuestro derecho a amar; en consecuencia, le ponemos llave a nuestro corazón.

CHAKRA LARINGEO: DERECHO A DECIR Y A ESCUCHAR LA VERDAD

La primera dificultad se da cuando no se nos permite hablar en o delante de nuestra familia. Y también cuando nadie escucha lo que decimos, o cuando no se nos habla con sinceridad. Se nos niega la expresión, se nos enseña a guardar secretos, a decir mentiras piadosas y así es como se empieza a cerrar nuestro quinto chakra. Cuando se nos critica por intentar hablar, o se traiciona nuestra confianza revelando asuntos privados nuestros, gradualmente vamos perdiendo el contacto con nuestro derecho a hablar.

CHAKRA FRONTAL: DERECHO A VER

Se traiciona nuestro derecho cuando quieren convencernos de que no es verdad lo que hemos visto, se nos ocultan deliberadamente o se nos niegan las cosas, o se pone en tela de juicio el alcance o la amplitud de nuestra visión. Cuando lo que vemos a nuestro alrededor es feo, desagradable o contradictorio con otras cosas también vistas, la visión física puede resultar perjudicada por la clausura del tercer ojo. Debemos día a día recuperar nuestro derecho a ver, porque ello nos ayudará a recuperar nuestras facultades intuitivas y extrasensoriales.

CHAKRA CORONARIO: DERECHO A SABER

Comprende el derecho a la información, a la verdad, a recibir educación y conocimientos. Pero también son importantes nuestros derechos espirituales, en particular el de relacionarnos con nuestra Divinidad como sea que la percibamos. Imponer un dogma espiritual a otra persona, como hicieron los cristianos durante la persecución medieval contra la brujería o sigue haciéndose contra las culturas tribales que subsisten en algunos continentes, es una infracción de los derechos personales significados por el séptimo chakra.

Los objetivos psicoterapéuticos para trabajar con personas de carácter psicopático incluyen superar el «pánico extremo» y la desconfianza inherente que tienen hacia los demás y hacia el mundo. La terapia busca enseñarles a «renunciar a controlar a los demás para sentirse seguras» y a «aprender a confiar en sí mismas y en los demás». Es esencial para ellos reconocer que «el mundo no es un campo de batalla» sino «un lugar en el que estar en comunión con los demás», promoviendo la idea de que deben «abandonar la lucha» y aceptar «la imperfección de la condición humana».

Funcionamiento del Aura del Carácter Psicopático

Aunque el texto original no proporciona detalles específicos sobre cómo funciona el aura del carácter psicopático dentro del contexto de la psicoterapia energética, se puede inferir que el enfoque terapéutico energético estaría dirigido a abordar las disrupciones en el campo energético que reflejan su estado de constante defensa y preparación para el conflicto. La terapia energética podría enfocarse en suavizar estas disrupciones, promoviendo un flujo energético más armonioso que facilite la apertura hacia la confianza y la conexión con los demás, contrarrestando su predisposición a ver la vida como un perpetuo campo de batalla.

Cuerpo Aurico del Carácter Psicopático (por el autor)

Comportamiento del Aura del Psicopático al Atacar

Cuando un individuo con carácter psicopático está atacando o en modo de defensa, su aura probablemente se manifieste de manera intensa y desequilibrada. Este estado de ataque podría caracterizarse por:

Intensificación Energética: Un aumento significativo en la energía proyectada, especialmente desde los centros de poder como el tercer chakra (plexo solar), relacionado con el poder personal y la autoestima, y posiblemente el quinto chakra (garganta), asociado con la expresión y la comunicación.

Proyección Agresiva: El aura puede extenderse agresivamente hacia afuera, intentando dominar o invadir el espacio energético de otros. Esto podría percibirse como una energía densa y pesada dirigida a la persona que el psicopático percibe como su adversario.

Bloqueos y Tensiones: La presencia de bloqueos o tensiones intensas en ciertas áreas del campo energético, reflejando la resistencia interna y la preparación para el conflicto. Estos bloqueos pueden impedir el flujo natural de energía, tanto entrante como saliente, creando un ciclo de energía estancada y negativa.

Control del Aura por el Psicoterapeuta

El psicoterapeuta, parafraseando a Brennan al trabajar con un individuo psicopático, puede emplear varias estrategias energéticas para gestionar y mitigar estos estados de ataque, promoviendo la calma y la conexión:

Anclaje y Arraigo: El terapeuta puede comenzar por fortalecer su propio campo energético a través del arraigo, conectándose conscientemente con la tierra para mantenerse centrado y protegido. Esto incluye visualizar cómo su energía se extiende hacia abajo, anclándose firmemente al suelo, creando un espacio seguro y estable para la terapia.

Creación de Límites Energéticos: Establecer límites energéticos claros alrededor del propio campo energético del terapeuta para protegerse de la invasión energética. Esto puede lograrse visualizando una barrera luminosa o un escudo alrededor de su aura que filtra la energía negativa mientras permite el paso de la energía positiva.

Técnicas de Calmado Energético: Utilizar técnicas de respiración y visualización para calmarse y, a su vez, transmitir esta calma al cliente. Esto puede implicar visualizar el envío de energía calmante y curativa hacia el cliente, enfocándose en áreas del aura que parecen particularmente tensas o agitadas.

Fomento de la Conexión: Trabajar en crear un puente energético de confianza y seguridad con el cliente, utilizando el corazón (cuarto chakra) como centro de conexión. Esto puede involucrar el envío consciente de energía amorosa y aceptación incondicional hacia el aura del cliente, ayudándole a sentirse visto y comprendido sin juicio.

Desbloqueo y Liberación: Guiar al cliente en técnicas de liberación energética para ayudar a disolver bloqueos y tensiones en su campo energético. Esto puede incluir meditaciones guiadas, respiraciones profundas específicas y movimientos corporales suaves que fomentan el flujo de energía.

*Carlos Ramos

Cuenta con estudios superiores en Trabajo Social y Psicología, con postgrados en gerencia de crisis, gestión de proyectos, psicoterapia integral, psicoterapia psicosomática y epigenética. Actualmente, está cursando una maestría en Psicoterapia Humanista Corporal. Se dedica tanto a la práctica de la psicoterapia como a la investigación.

Referencias Bibliográficas

  • Lowen, A. (2021) La Bioenergética.
  • Brennan, B (2005) Manos que curan. El libro guía de las curaciones espirituales. Editorial Roca
  • Parapsicologoa (2022) Instituto mexicano de parapsicologia

 

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