Revista de Psicoterapia Humanista Corporal - Edición 1

La importancia del agradecimiento en el desarrollo de la espiritualidad

Marilenca Bailey Jáuregui

“La raíz de todo bien reposa en la tierra de la gratitud.”
Dalai Lama

Inicialmente el “dar gracias” es una convención de buena educación, y se nos enseña: “agradece el regalo a la abuelita”, etc. como base de “una buena educación” en muchas familias. Sin embargo, es mucho más que eso: dar gracias es acusar de recibido, es una forma de pertenencia mutua (dador-receptor), y si el agradecimiento proviene del corazón e implica a toda la persona, nos hace sentir plenos, positivos y atentos a nuestro presente. Agradecer con autenticidad nos permite conectarnos con una parte más profunda de nosotros, que puede ver a través de situaciones a veces muy difíciles. El agradecimiento nos reconecta con nuestra dimensión espiritual (Wilber, 2000) y nuestra sabiduría organismica (Rogers, 1979).

Samso (2014) plantea que es muy importante la gratitud, aunque no hayan hechos extraordinarios así logramos estar más contentos sean cuales sean las circunstancias de nuestras vidas. Explica que existe tanto en la gratitud condicional como la incondicional. La primera consiste en sentirse bien cuando las cosas salen como uno espera, pero como no siempre es así, acaba siendo una emoción poco duradera. La segunda consiste en una actitud, es el hábito de vida de sentirse bien sin que haya ocurrido nada especial, es decir, estar agradecido por todo y por nada a la vez, ya no estar condicionados por ningún otro acontecimiento. Esta actitud es precursora de la felicidad y el éxito personal en la vida, indica.

“Siempre hay que encontrar el tiempo para agradecer a las personas
que hacen una diferencia en nuestras vidas”.
John F. Kennedy

Si tenemos en cuenta cuántas personas han contribuido a que este día sea posible, que nos levantemos, que nos acostemos, que recibimos bendiciones innumerables de personas desconocidas, que a veces hacen que nuestras vidas sean mejores. Por ejemplo: el desayuno, el agricultor, el granjero, el molino, el transportista, el tendedero, el sol, la lluvia, el viento, las manos que te sirvieron, etcétera., agradecer es casi natural.

Necesitamos estar muy presentes para ser conscientes de las cosas buenas y positivas que nos rodean. Necesitamos ver hacia atrás para ver por ejemplo los descubrimientos y avances tecnológicos que hacen que nuestra vida sea más segura, sin olvidar a los pensadores y sabios que han enriquecido a la humanidad. Creo que cuanta más claridad tenemos en la sensación de pertenencia a la humanidad más fácil es recibir beneficios y agradecerlos. Es decir, el trabajo de arraigo también fomenta el agradecimiento.

“Que la gratitud sea la almohada a la hora de recostarte y la fe el puente
que pase por encima de la maldad y el que le de entrada a lo bueno”.
Maya Angelou

Emmons y Mccollough (como se citó en Samso, 2014) estudiaron las consecuencias de la gratitud y concluyeron que existen muchas maneras de expresar el agradecimiento, por ejemplo: con una nota personal, comparándose con gente que tiene problemas graves, dando las gracias explícitamente. Descubrieron que las personas que desarrollan la actitud de agradecimiento como un hábito de vida, se sentían más saludables, optimistas y felices. Llegaron a la conclusión de que el agradecimiento mejora las relaciones con las personas y propicia el altruismo, además de ayudar a superar el estrés y las actitudes negativas. Es uno de los frutos más importantes que contribuyen a generar felicidad. En estos estudios se ha concluido que las personas que se sienten más contentas, consiguen una existencia más longeva, mejores ingresos, y mejores relaciones. Ahora sabemos que la felicidad da éxito y no al revés como se pensaba.

Se dice que la felicidad no puede ser comprada, sino que es un trabajo interno y esto es justo lo que estudian en el UCLA Mindfulness Awareness Research Center. De acuerdo a este centro de estudios de Mindfulness, tener una actitud de gratitud cambia la estructura molecular del cerebro ya que hace que la materia gris siga funcionando, lo cual da lugar a que tengamos más salud y seamos más felices. Por ende, cuando somos más felices se afecta el sistema nervioso central, y estamos en un estado de mayor paz, somos menos reactivos y mas resistentes.
Para llegar a esta conclusión los científicos utilizaron electroencefalogramas para estudiar la gratitud: conectaron a diversos pacientes y midieron sus ondas cerebrales. Estudiaron la actividad cerebral mientras ellos experimentaban diversas emociones y hallaron que cuando la mayoría de ellos experimentaron gratitud, la actividad se sincronizó en diversas áreas. Es decir, las áreas que están asociadas con la recompensa se iluminaron.

La conclusión del equipo de investigadores fue que la gratitud ayuda a la interconexión neuronal, misma que transmite serotonina y activa al cerebro para que produzca dopamina. Todos estos químicos nos hacen sentir bien, recompensados y felices. (Suárez, 2019)

Las personas felices sienten gratitud por todo y por nada. No necesitan razones concretas. Viven instaladas en reconocer lo bueno que tienen por el simple hecho de estar vivas, al margen de lo que les sucede. No necesitan razones de peso para estar agradecidas por haber recibido la vida; inclusive hay personas que agradecen cosas tan intangibles como una sonrisa, un amanecer, etcétera. Incluso agradecen el futuro, eventos negativos o dolorosos en su vida. Esta es ya una maestría en el agradecimiento: es bueno lo malo finalmente. Ese es el tipo de agradecimiento gratuito.

“Tal vez la gratitud no sea la virtud más importante,
pero sí es la madre de todas las demás”.
Marco Tulio Cicerón

Steindl-Rast (1984) en su texto acerca del agradecimiento nos recuerda que la práctica del agradecimiento nos ayuda a despertar la consciencia integral en el intelecto, emociones y voluntad. Reitera que debemos practicarla desde estos 3 centros también.

Parece entonces que el hábito del agradecimiento nos ayuda a reintegrar las partes de las que estamos hechos ayudándonos a conectar con el Principio de Unidad, y poniéndonos más en contacto con la espiritualidad innata, con el anhelo profundo de trascendencia. El famoso “Thanks Giving” de Estados Unidos y Canadá es el día de dar gracias, es una de sus fiestas más importantes. El agradecimiento se enseña culturalmente más en algunas sociedades que en otras. El agradecimiento como virtud humana que no solo es religioso, nos acerca paradójicamente a Dios. Podríamos pensar que para verbalizar el agradecimiento, primero hay que recibir algo favorable. No es así: ser capaz de dar gracias por algo que aún no ha sucedido, aunque esta posibilidad puede ser incomprensible para muchos, tiene ventajas: la más obvia es que podemos empezar a estar agradecidos en este momento, sea cual sea la situación personal.

“Si la única plegaria que haces en toda tu vida es el agradecimiento,
eso será suficiente”
Meister Eckhart

Dice Chopra en su serie de audio “21 días de meditaciones para crear abundancia” (2018, Chopra Center): “Experienciar gratitud es una de las maneras más fáciles de ponernos en contacto con nuestra alma. Al sentirlo, el ego se sale del camino y podemos tener más compasión y comprensión”. Señala que si el agradecimiento es genuino, puede infundir más bondad y prosperidad a nuestras vidas.

Indica que La Gratitud es independiente de la circunstancia externa, sentimos alegría por estar vivos y hay felicidad. Sentirla nos hace ver los regalos, relaciones, conexiones, seguridad material, salud, etc. Estar en la práctica del agradecimiento, Nos evita sentir sensaciones de limitación y carencia, y nos recuerda lo que si hay. Nos damos cuenta que todo es un regalo. La gratitud es un imán de más cosas que agradecer.

“La gratitud siempre tiene cabida en nuestra vida. Estudios demuestran que la gente agradecida es más feliz porque en vez de preocuparse por las cosas que le faltan, agradece lo que tiene”.
Dan Buettner

Al hablar de espiritualidad, dice Thich Nhat Hahn (1991, pág. 32), que como “amar sobretodo es estar presentes, es muy difícil ser agradecidos si no se está presente.” Sin embargo, señala que para estar presente se necesita entrenamiento práctico si no, no estás presente. La pregunta es ¿tienes tiempo para estar presente y amar? Amar es estar. Ser amado es ser reconocido por el otro que está. Nhat Hahn señala que tenemos cuatro aspectos en el amor: primero el Maitri, o amor amabilidad. Segundo el amor karuna o amor compasión. Tercero: el amor mudita que es el amor alegría y el cuarto, el amor upeksha o amor ecuanimidad. Todos estos tipos de amor nos llevan a conectarnos con la Unidad o Espiritualidad, y a concectar con el agradecimiento.

Abrir el corazón es, entonces, estar presentes, y esto nos hace tocar la profundidad de nuestro ser o espiritualidad. No es una teoría, sino que es un darnos cuenta sentido por el cuerpo-mente. Es una experiencia innegable aunque la ciencia no lo sepa explicar con precisión y quizá nunca pueda. De esta manera el corazón crece y vemos cómo en realidad estamos hablando de la aceptación positiva incondicional humanista.

“Gracias’ es la mejor plegaria que alguien puede decir.
Yo la digo a menudo. Expresa humildad y entendimiento”.
Alice Walker

Como indica Anatolio Freidberg (1983), los físicos cuánticos han estado aproximándose a temas en el campo de la filosofía y la psicología, basándose en los estudios acerca del comportamiento de las partículas y de las ondas, llegando a la conclusión de que la percepción influye determinantemente en el fenómeno que se pretende identificar. Esto nos ha llevado a la convicción de que existe la posibilidad de una coexistencia de realidades diferentes que requieren de una percepción no convencional para poder tener acceso a ellas. Lo cierto es que estamos ante un fenómeno que está acercando al mundo del místico-espiritual con el del científico: los lenguajes son diferentes y sin embargo ambos están manejando aspectos de los cuales no podemos tener certidumbre. Es algo que va más allá de la percepción ordinaria y es algo que podemos considerar físico e interconecta a todo el universo y que puede ser percibido por el camino de desarrollo, de las tradiciones místicas, o por el pensamiento inferencial del científico cuántico. Realmente estamos cada vez pudiendo integrar la ciencia y la espiritualidad en un lenguaje, en una visión, misión y búsqueda, que son la misma.

La espiritualidad es un fenómeno complejo que no puede ser definido por un continuo único, o por las clasificaciones dicotómicas simplistas. La espiritualidad puede ser mejor conceptualizada como un espacio multidimensional en el cual cada individuo se localiza. No es posible clasificar a las personas en espirituales o no espirituales ni en más o menos espirituales. La espiritualidad es inherente al ser humano, sea éste consciente o no de la misma, e incluye al agradecimiento.

“Cuanto más agradecimiento sientas más feliz serás y tu vida cambiará más rápido”
Rhona Byme

En la conferencia 213 del Pathwork (2005) se explicita que la influencia divina se impide a través de nudos energéticamente apretados que son ocasionados por el voluntarismo, la ansiedad y la corriente Forzante, la desconfianza y el ego pequeño y limitado negándose al Ser Superior Divino. Todo esto se logra a través de la familia y la sociedad que reproducen la ignorancia de sí mismos. Al retener forzadamente se crea un sistema cerrado de energía que no permite la entrada de la consciencia de la Luz: en otras palabras, psicopatología y sufrimiento o separación. Dejarse en manos de Dios, ser agradecidos, tener fe y soltarnos a confiar, es aprender a vaciarse uno mismo para permitir que el proceso Divino sea revelado. Es soltar la insistencia por satisfacer el deseo del voluntarismo y darle margen de oportunidad el proceso creativo. Todo esto es el estado dual de la mente que prevalece en esta dimensión de consciencia en la que se encuentra la mayor parte de la humanidad todavía. El trabajo psicoterapéutico profundo que incluye la dimensión espiritual como parte central de su visión teórica y de su trabajo práctico ayuda a las personas a regresar a la reconexión fundamental con su ser creativo, devolviendo así la confianza básica en sí mismo y en el mundo y recuperando su salud y su esperanza. Se despierta una mayor consciencia de resiliencia para enfrentar a la vida y sus sorpresas. La práctica del agradecimiento parece fundamental para ello.

“Demos gracias a las personas que nos hacen felices:
son los adorables jardineros que hacen florecer nuestras almas”
Marcel Proust

Rick Strassman (2001) plantea que la glándula pineal sufre efectos en la meditación que pueden ser espontáneos o similares a los ocurridos con drogas psicodélicas. La glándula pineal se activa cuando la gente tiene experiencias místico-espirituales. Ésta se forma en el día 49 del embarazo y los tibetanos dicen que el día 49 el alma encarna en el cuerpo. En el día 49 también el feto se forma como femenino o masculino. Es por eso que se le llama la glándula de la Espiritualidad. El DMT es un componente químico que puede ser un alucinógeno poderoso. La glándula pineal tiene todos sus componentes químicos, y está muy protegida del stress. Parece ser que el ser humano está “capacitado” de origen para tener experiencias espirituales o de Unidad, y entrar en contacto con esta consciencia es posible a través de la práctica del agradecimiento.

“La gratitud es una cualidad similar a la electricidad:
debe producirse, descargarse y agotarse para poder existir.”
William Faulkner

Gracias por acompañarme en esta lectura y revisión del tema de agradecer (agradar al Ser).

REFERENCIAS

Broch Pierrakos, E. (2005). El significado práctico y espiritual de Déjalo ir, déjalo en manos de dios. Conferencia del Pathwork n° 213. Recuperado de www.pathworkmexico.org
Chopra, D. (Mayo, 2018). 21 días de meditación para crear abundancia. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=iK6yAqavo7U&list=PL5AHW3BwP7LsENxnN2Edv-jacqVIQIsKf
Freidberg, A. (1983). La influencia del facilitador en el grupo. En Revista DIDAC: Boletín del Centro de Didáctica de la Universidad Iberoamericana, México.
Nhat Hahn, T. (Miller, A. (ed.) (1991)). Peace is every step. BantamBooks
Rogers, C. (1979). El proceso de convertirse en persona. Buenos Aires: Paidós.
Samso, R. (27 de Abril de 2014). Ser agradecidos nos hace más felices. En El País Semanal. Recuperado el 9 de Marzo de 2015, de: http://elpais.com/elpais/2014/04/25/eps/1398421625_433152.html
Steindl-Rast, D. (1984). Greatfulness: The Heart of prayer. An Approach to Life in Fullness. NY: Paulist press
Strassman, R. (Dirección). (2001). DMT: The Spirit Molecule [Película].
Suárez, D. (20/11/2019). Gratitud molecular. Recuperado de: https://www.vertigopolitico.com/columnas/daniela-suarez/gratitud-molecular
Wilber, K. (2000). Una visión integral de la psicología. México: Alamah.

Articulo publicado en la revista SOHUM en septiembre 2020. http://sohum.mx/

 

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