Dra. Petra Queitsch Reinert
En este artículo nos centraremos en la respiración, un pilar dentro de la Psicoterapia Humanista Corporal. Investigaremos cómo a partir del carácter del paciente se desarrolla un determinado patrón de respiración que le ayuda a sobrevivir ante las circunstancias de la vida que le tocaron. Este patrón respiratorio no es sano, no permite respirar y vivir plenamente.
Sabemos que las emociones influyen fuertemente en nuestra forma de respirar. Cada emoción impacta directamente y de inmediato en la respiración. Así las emociones positivas como la alegría, la sorpresa positiva y el amor se expresan a través de una respiración expansiva, llena, plena, mientras que las emociones negativas llevan a una contracción de los músculos respiratorios, una respiración acelerada, poco profunda e irregular.
Wilhelm Reich establece el término del carácter (Reich, 2005) , Alexander Lowen define 5 caracteres, el esquizoide, el oral, el masoquista, el psicopático y los caracteres rígidos que son varios. (Lowen, 2007)
A partir de los conflictos infantiles con sus progenitores, el niño desarrolla su estrategia de sobrevivencia que a nivel corporal se manifiesta en tensiones musculares crónicas, que le dan una estructura psicocorporal específica.
Es importante decir, que estas tensiones crónicas también se desarrollan en los músculos de la respiración. El diafragma, el músculo respiratorio más grande, los músculos intercostales y algunos músculos profundos de la espalda que permiten respirar, se contraen de manera permanente e impiden respiración libre. Se forman patrones patológicos de respiración que de no ser reconocidos y atendidos persistirán durante toda la vida de la persona.
Cada persona va a reaccionar a los diferentes eventos de la vida en dependencia de su carácter ya formado, es decir con sus patrones respiratorios patológicos ya adquiridos desde la infancia.
Veamos cómo se da la respiración en cada uno de los 5 caracteres, qué pautas desarrollan a partir de su herida principal y cómo podemos ayudar a lograr un patrón respiratorio más sano a través de la PHC y los ejercicios respiratorios adecuados.
El individuo de carácter esquizoide experimenta el mundo a partir de la herida del rechazo. Se siente rechazado por las personas que lo rodean, y se aísla. Como a él lo rechazaron, rechaza a los demás y a sí mismo. Se desconecta de sí mismo, de su cuerpo, sus emociones y funciona principalmente a nivel mental construyendo su propio mundo interno separado del mundo real.
En su percepción de no ser bienvenido en este mundo y de no pertenecer a él, siente que este planeta está lleno de peligros, amenazante, inseguro. Una de sus principales creencias es “no tengo derecho a vivir o a estar en esta familia o este lugar”.
Ante estas circunstancias el niño se hace prácticamente invisible, se mueve de manera silenciosa, respira y come solamente lo indispensable, no habla o habla muy bajito, se viste de colores grises u obscuros y se pone en lugares donde nadie lo ve. Evita conectarse con los demás, no habla, no mira, no establece contacto visual.
¿Cómo respira entonces una persona que se siente rechazada y no digna de vivir?
Casi no respira, inhala muy poco, exhala muy poco y permanece un largo rato en una pausa después de la exhalación, en el vacío.
Con frecuencia me sorprendo al ver a un paciente del carácter predominantemente esquizoide acostado en el piso o la camilla, casi no respira, no se ven movimientos respiratorios. Es como si no tuviera derecho a respirar.
Se nota otra particularidad, una respiración inversa o paradójica. La persona no inhala inflando primero el abdomen como lo haría un individuo sano, sino al contrario, infla el pecho y contrae el abdomen, metiéndolo. Es decir, inhala al revés, el diafragma está bloqueado, no se mueve, y lo poco que inhala sólo llega a la parte superior de los pulmones. Al exhalar suelta el abdomen, lo que no ayuda a expulsar todo el aire que tomó anteriormente. En mis más de 30 años de práctica homeopática he observado que muchos niños con enfermedades de las vías respiratorios respiran así, también adultos con problemas de asma o enfisema pulmonar.
El ciclo respiratorio en una persona psicoemocionalmente sana se da de la siguiente forma:
- Inhalación
- Pausa después de inhalar
- Exhalación
- Pausa después de exhalar.
En este caso ideal, la inhalación y la exhalación tienen la misma duración y fuerza. Durante la pausa después de la inhalación que es un poco más corta, el individuo toma lo que inhaló, se queda con esta energía de vida. La exhalación permite equilibrar la carga energética en el cuerpo, descargando el exceso de energía.
La pausa después de la exhalación es necesaria para preparar el siguiente ciclo respiratorio, sin embargo, para algunos tipos de caracteres es amenazante porque conecta con una sensación de vacío. (Queitsch, 2015)
Si vemos el ciclo respiratorio del esquizoide de forma esquemática, sería así.
- Inhala poco
- No retiene después de inhalar
- Exhala lo poco que inhala
- Hace una pausa muy larga después de exhalar.
Antes de empezar a proponer cambios en la respiración hay que recordar que en el fondo el esquizoide puede experimentar mucho miedo a vivir y una rabia asesina hacia quien lo engendró. Para no vivir estas emociones, el niño contrae su energía en el núcleo y respira muy poco. Entonces para ayudarle a este paciente a empezar a inhalar más de lo normal con el “riesgo” de que empiece a sentir sus emociones reprimidas y a vivir de una forma más activa, hay que establecer una relación terapéutica firme que le brinde toda la confianza a nuestro paciente. Esto es importante para todo tipo de pacientes de cualquier caracterología.
Dicho esto, se debe trabajar de la siguiente manera:
Paso 1: Aprender a tomar la vida a través de la inhalación, inhalar y conectar con el derecho de vivir, en dónde esté la persona.
Paso 2: Permitirse a hacer una pausa después de inhalar con el fin de quedarse con el aire y la energía adentro, quedarse con la vida, apropiarse de las bendiciones de la vida, arraigarse en el propio cuerpo para poder estar en el mundo.
Paralelamente a esto al paciente se le tiene que enseñar la respiración abdominal, en la cual a través del trabajo del diafragma el aire es empujado hasta el abdomen. Esto se facilita con el paciente acostado boca arriba con ambas manos sobre el abdomen, posteriormente se puede colocar un objeto pesado como un libro grueso para poder observar cómo al inhalar el libro sube y al exhalar el libro baja. En los niños se ayuda visualizando un globo rojo o de cualquier otro color que se infla dentro del abdomen, y se desinfla al exhalar. La práctica de esta respiración ayuda a movilizar el diafragma y a corregir la respiración inversa.
A partir de esto el aire que entra puede ser de más volumen, y llegará a todas las partes de los pulmones para que pueda ser utilizado en un mayor intercambio de gases. Con esto el nivel de energía del paciente subirá de manera considerable.
Al inhalar más volumen el paciente conectará con la vida, aprenderá a ser parte de la vida, empezará a sentir su cuerpo y a conectar con algunas emociones. Verá que es placentero quedarse con el aire adentro durante un tiempo para guardar lo que se ha tomado, porque todos merecemos tomar la vida.
Cuando inhalamos más profundo y nos quedamos con una pausa después de la inhalación, la exhalación se nivela, y la larga pausa después de exhalar se acortará. Si antes el permanecer en el vacío después de exhalar era una costumbre que provocaba cierta sensación de placer, ahora el retener el aire de la inhalación puede convertirse en un placer verdadero, el placer de estar conectado con la vida. De esta forma el ciclo respiratorio se corregirá poco a poco.
El carácter oral
Este carácter se forma a partir de la interrupción de la etapa oral del niño. El vínculo madre-hijo es inseguro- ambivalente, esto significa que a veces hay todo lo que el niño necesita y a veces no lo hay.
El niño, después de muchas protestas no escuchadas se rinde y deja de pedir, no toma. Percibe que en este mundo no hay suficiente para él. Vive las experiencias de la vida desde la carencia, desde el “no hay para mí.” Así, en vez de luchar por conseguir lo que le corresponde, hace “berrinches”, demanda, exige a los demás aún en edad adulta.
¿Cómo se refleja esta actitud de vida en la respiración?
- Inhala poco (no toma lo suficiente)
- La pausa después de inhalar es inexistente o muy corta
- Exhala más de lo que inhala, sostiene la exhalación por mucho tiempo
Esta forma de respirar fomenta la sensación de que no hay suficiente para él, el nivel de energía permanece muy bajo, siempre le faltará energía.
¿Cómo podemos ayudar al carácter oral a respirar mejor y sentirse más satisfecho con la vida?
Invitar al paciente a inhalar un poco más, cada vez un poco más y sostener el aire adentro, lo que le permitirá sentir que sí hay suficiente para él, que la vida lo brinda todo. Esto implica, sin embargo, que tiene que hacer un esfuerzo para tomarlo, convertirse de un niño, en una persona adulta con la responsabilidad de un adulto.
Ejercicio 1
Este ejercicio ayuda a tomar más aire de lo habituado e incluye una pequeña retención después de la inhalación.
- Inhala contando hasta 4: 1- 2- 3- 4
- Reten 1-2
- Exhala 1-2-3-4,
- no hagas pausa después de exhalar.
Sigue con esta respiración de 3 a 5 minutos.
Ejercicio 2:
Ejercicio con la inhalación en staccato
Este es un pranayama proveniente de la práctica del Yoga que se llama Viloma Pranayama Fase A, con la inhalación prolongada. (Van Lysebeth,1985, pp.135/137)
- Inhala en staccato 1- pausa-2-pausa-3-pausa-4-pausa
- Exhala en una sola exhalación 1-2-3-4
- Vuelve a inhalar en staccato
Sigue con esta respiración durante 3 minutos.
Igual que para el carácter esquizoide hay que ayudar a aprender la respiración abdominal, empezar a mover el diafragma en la inhalación y la exhalación para empezar a desbloquearlo. Finalmente aprender a conectar la respiración abdominal con la respiración pectoral para llegar a una respiración completa, profunda y satisfactoria.
Si nuestro cliente aprende a tomar por sí mismo, en vez de pedir, y a sostener un nivel más alto de energía, podrá participar más activamente en la vida, encontrar más satisfacción a nivel corporal y emocional.
Ambos, el carácter esquizoide y el carácter oral son estructuras psicocorporales subcargadas, donde la forma particular de respirar sostiene y perpetúa su forma de vivir con muy poco.
Veamos ahora otras formas de patrones respiratorios que son sobre cargadas y corresponden al carácter masoquista, psicopático y rígido.
El carácter masoquista
Este carácter se desarrolla en la etapa anal del niño, observamos una madre represora que manipula y humilla al niño y no lo deja ser. Ante estas circunstancias el niño desarrolla una estrategia particular, aparentemente se subordina ante la sofocante presencia de su madre, pero internamente se dice “nunca me rendiré”.
El niño lo que ya tiene lo sostiene y no suelta nada. Tiende a retener toda la energía en el abdomen, donde los músculos se tensan y son incapaces de relajarse.
A nivel de la respiración observamos la tendencia a inhalar, retener el aire en el abdomen que se hace duro y fuerte y no soltar el aire, o soltar muy poco. La exhalación es poca. Esta forma de respirar provoca ansiedad permanente, una tensión presente todo el tiempo. El paciente no sabe cómo soltar la tensión crónica en su cuerpo, no sabe exhalar.
Se nota una respiración que lleva a la sobrecarga energética, que se perpetúa. No hay forma de descargar a través de la exhalación larga para equilibrar los niveles de energía.
Los ejercicios de respiración con mayor énfasis en la exhalación pueden ayudar. Exhalar de manera controlada para que poco a poco aprenda a soltar, aire, energía excesiva, emociones, expresiones con sonido. También se puede presionar el abdomen al exhalar para soltar más aire, esto lo puede hacer el paciente mismo o el terapeuta.
Al aprender a exhalar, la persona empieza a relajar el diafragma y los músculos del abdomen poniendo fin a la excesiva tensión en esta parte del cuerpo.
Hay que poner énfasis en la exhalación con sonido para liberar la tensión crónica en la garganta por no protestar, no decir, no expresar. Para exhalar con sonido hay que abrir la boca, en este momento se manifestará la mandíbula apretada durante tantos años, hay que ayudar a liberar la tensión de la mandíbula con masaje.
Aprender a exhalar con sonido y de manera prolongada relaja la garganta, el pecho, activa el diafragma y libera poco a poco la tensión en la zona del abdomen.
Ejercicio 3:
- Acostado, ambas manos en el abdomen
- Inhala normal, es decir profundamente hacia el abdomen
- Exhala con sonido y presiona el abdomen hacia abajo para exhalar más de lo normal
- Inhala, exhala
- Repite el ciclo unas 5 veces.
Ejercicio 4:
Exhalación en staccato:
Este ejercicio nos ayuda a extender de manera consciente la exhalación.
- Inhala en una sola respiración contando hasta 4: 1-2-3-4
- Exhala en stacatto: 4-pausa-3-pausa-2-pausa-1-pausa
- Inhala de nuevo en una sola respiración contando hasta 4
- Sigue con esta respiración durante 3 minutos.
(Van Lysebeth,1985,pág.137)
El carácter psicopático
A partir de la herida de la traición el niño crece más rápido de lo normal, aprende a manipular y controla a las personas que lo rodean para no ser traicionado nuevamente.
Toda la energía se va a concentrar en la parte superior del pecho que se infla, se hace grande formando la típica estructura del psicopático de un triángulo invertido. Resaltan la pelvis relativamente pequeña y la musculatura de las piernas subdesarrolladas. Al individuo le falta arraigo en la tierra y en su cuerpo, vive desconectado de sus sentimientos, es decir, pelvis y corazón están separados uno del otro. Sentir lo expone al riesgo de ser traicionado nuevamente, ahora no por el papá o la mamá, sino por la pareja, el socio o cualquier otra persona.
A nivel del ciclo respiratorio observamos la inhalación fuerte y rápida, no necesariamente profunda, seguido de una pausa de retención del aire suficientemente larga para mantener el pecho inflado. Recuerdo que una alumna con carácter psicopático decía que la pausa después de la inhalación le provoca mucho placer.
La exhalación es poca, la persona se queda con el aire adentro. Este patrón respiratorio lleva a una carga energética excesiva, con cada ciclo respiratorio la energía sube y se mantiene arriba, no hay descarga a través de una exhalación profunda. No hay pausa después de la exhalación, probablemente cause pánico quedarse por un rato sin nada y enfrentarse al vacío que precede el siguiente ciclo respiratorio.
A la persona con el carácter psicopático hay que enseñarle la respiración abdominal, es decir poner atención en el abdomen, llevar de manera consciente el aire de la inhalación hasta el abdomen para empezar a concentrar la energía en esta zona. La inhalación debe ser lenta como inhalando por un “popote” para después sostener el aire en la zona del abdomen.
La exhalación debe de ser activa, involucrando los músculos del abdomen para vaciar el aire completa y prolongadamente. Ayuda poner la mano en el abdomen y presionar para que todo el aire salga de la zona.
Son de utilidad los ejercicios indicados más arriba para el carácter masoquista. Recordemos que este trabajo debe ser muy cuidado, ya que existe el miedo a derrumbarse y quedarse con nada. Debe de ser acompañado por un trabajo psicocorporal de arraigo y fortalecimiento de las piernas.
Los patrones respiratorios en los caracteres rígidos
En el carácter rígido fálico narcisista observamos el patrón respiratorio muy parecido al del carácter psicopático siendo las instrucciones para el trabajo respiratorio las mismas.
La histeria, una forma del carácter rígido, muestra el patrón respiratorio similar al del oral, con una inhalación insuficiente y débil, sin pausa para retener, para quedarse con algo adentro. Sobreactúa, no conecta con sus sentimientos profundos, suelta lo poco que inhala y necesita largo rato para recuperar su energía.
Hay que ayudarle a tomar lo que necesita a través de una inhalación más activa, más larga, más profunda. Que empiece a tomar cada vez un poco más de aire, que se atreva a quedarse cada vez con un poco más de aire adentro. Cuesta trabajo hacerlo porque si respiro vivo, me conecto conmigo mismo, siento. Haciendo el trabajo propuesto para la estructura oral con la inhalación más larga y la retención del aire después de inhalar, la exhalación y su respectiva pausa después, se regularizarán por sí solas.
En lo general, en los caracteres rígidos observamos que los patrones respiratorios se rigen por los subcaracteres, así que una persona rígida con rasgos fuertes esquizoides va a respirar poco, si se aúnan rasgos orales, va a respirar aún menos. Va a respirar de manera carente y va a vivir la vida desde la carencia.
Nadie tiene un solo carácter, sino que todos tenemos rasgos de varios caracteres, ya que en nuestro desarrollo psicoemocional pasamos por todas las etapas y tendremos cortes energéticos en varias de ellas. Todo esto va formando un patrón respiratorio personalizado desequilibrado, irregular.
Por esto, antes de iniciar un trabajo psicoterapeútico con la respiración hay que hacer un diagnóstico detallado de cómo la persona respira. En este diagnóstico se valora cada etapa del ciclo respiratorio:
- La duración y la profundidad de la inhalación
- La pausa después de la inhalación, si existe o no, y cuánto dura.
- La duración y la profundidad de la exhalación
- La pausa después de la exhalación, si existe o no, y cuánto dura.
Además, se observa qué partes del cuerpo su mueven al respirar, el pecho, el abdomen, las clavículas, y cuáles son los músculos que se mueven. Se puede ver el movimiento de los músculos intercostales que abren el espacio para que pueda entrar el aire. Lo que no se puede ver es el trabajo del diafragma, principal músculo respiratorio, sin embargo se puede visualizar. A través de ciertos ejercicios respiratorios se puede activar y desbloquear el diafragma.
El diagnóstico del patrón respiratorio individual se hace junto con el paciente que así aprende a observar su respiración, a entrar en contacto con su respiración. El terapeuta guía y apoya este proceso de la concientización de la respiración y propone estrategias para respirar diferente. Juntos, paciente y terapeuta inician un viaje de exploración que no solamente ayuda a aprender formas diferentes de respirar sino también formas nuevas de tomar la vida, de vivir la vida.
*Dra. Petra Queitsch
Es Psicoterapeuta Humanista Corporal, egresada del Instituto de Psicoterapia Humanista Corporal, INTEGRA; maestra titular en el Instituto INTEGRA; tiene formación en Biodinámica, una certificación en Constelaciones Familiares del Instituto SOWELU y una certificación en Descodificación Biológica del Instituto Ángeles Wolder, en Barcelona; está certificada como instructora de Kundalini Yoga por Kundalini Research Institute y Naam Yoga por Internacional Naam Association.
Bibliografía:
Bailey, M. (2015). La respiración y la consciencia. Obtenido de www.instituto-integra.com: www.instituto-integra.com/articulos/la-respiracion-y-la-conciencia
Lowen, A. (2007). El lenguaje del cuerpo: Dinámica física de la estructura del carácter. Barcelona: Ed. Herder.
Lysebeth, V. (1985). Pranayama: A la serenidad con yoga. Barcelona: Urano.
Queitsch, P. (Diciembre de 2015). Newsletter integra. Obtenido de www.instituto-integra.com/la-respiración-en-la-psicoterpia-humanista-corporal
Ramírez, J. (1998). Psique y soma: Terapia Bioenergética. Bilbao: Desclée.
Reich, W. (2005). Análisis del carácter. Barcelona: Paidós.