Mtra. Salma Akele
La Psicoterapia Humanista Corporal emerge como un enfoque poderoso para abordar las nuestras necesidades emocionales y psicológicas . En este artículo, exploraremos cómo el cuerpo se convierte en una herramienta terapéutica fundamental en el trabajo no solo con adultos si no también con jovenes en la preadolscencia conocida tambien como adolscencia temprana (13-15 años aproximadamente) ofreciendo un espacio seguro para la exploración, expresión y sanación emocional.
Desde los fundamentos del trabajo terapéutico hasta la adaptación de técnicas terapéuticas para satisfacer sus necesidades únicas, este artículo ofrece una visión comprehensiva de la práctica terapéutica centrada en el cuerpo. Utilizando la exploración práctica de las emociones a través del cuerpo y el uso de actividades creativas y experienciales, podemos ayudar a los adolscentes a desarrollar una mayor conciencia de sí mismos y a cultivar habilidades para la autorregulación emocional.
Veamos cómo la Terapia Humanista Corporal puede ser una herramienta poderosa para promover el bienestar y el crecimiento personal en la etapa única de la preadolescencia.
- Fundamentos del Trabajo Terapéutico con Preadolescentes
El trabajo terapéutico con preadolescentes requiere una comprensión profunda de las complejidades de esta etapa de desarrollo. Durante la preadolescencia, los individuos atraviesan una serie de cambios físicos, cognitivos, emocionales y sociales que pueden afectar su bienestar y su capacidad para enfrentar los desafíos de la vida. Es fundamental que los terapeutas reconozcan y comprendan estos cambios para poder ofrecer un apoyo efectivo.
Durante este periodo, los preadolescentes comienzan a explorar quiénes son y qué les importa en la vida. Según la teoría del desarrollo de Erik Erikson, la tarea principal de la preadolescencia es resolver la crisis de identidad frente a confusión de roles. Los preadolescentes pueden experimentar una amplia gama de emociones y estados de ánimo a medida que exploran diferentes aspectos de sí mismos y buscan encontrar su lugar en el mundo.
Además del desarrollo de la identidad, los preadolescentes también enfrentan desafíos en sus relaciones con los demás. A medida que comienzan a separarse de sus padres y a establecer relaciones más independientes con sus compañeros, pueden experimentar conflictos y tensiones en sus amistades y relaciones familiares. Los terapeutas deben estar atentos a estos desafíos y ofrecer un espacio seguro para que los preadolescentes exploren y procesen sus experiencias relacionales.
En resumen, el trabajo terapéutico con preadolescentes se basa en una comprensión profunda de las complejidades de esta etapa de desarrollo. Al reconocer y abordar los cambios físicos, cognitivos, emocionales y sociales que experimentan los preadolescentes, los terapeutas pueden ofrecer un apoyo efectivo que promueva su bienestar y su crecimiento personal.
- El Cuerpo como Vía de Expresión y Sanación
El cuerpo desempeña un papel fundamental en la experiencia emocional y el bienestar del preadolescente. Durante la preadolescencia, los individuos pueden experimentar una amplia gama de emociones intensas que se manifiestan a través de síntomas físicos como dolores de cabeza, dolores de estómago o tensión muscular. Estos síntomas físicos pueden ser indicadores de emociones subyacentes que el preadolescente puede tener dificultades para expresar verbalmente.
En terapia, el terapeuta puede utilizar el cuerpo como una herramienta terapéutica para ayudar al preadolescente a explorar y procesar sus emociones de manera segura y efectiva. Por ejemplo, el terapeuta puede enseñar al preadolescente técnicas de relajación muscular o respiración consciente para ayudarle a liberar la tensión acumulada en el cuerpo y promover la relajación.
Además, el terapeuta puede utilizar actividades creativas que involucren el cuerpo, como el arte, el juego de roles o el movimiento expresivo, para fomentar la expresión emocional y la autoexpresión del preadolescente. Estas actividades pueden proporcionar una salida segura para las emociones del preadolescente y ayudarle a desarrollar una mayor conciencia de su cuerpo y sus necesidades emocionales.
El trabajo terapéutico con el cuerpo también puede ayudar al preadolescente a desarrollar una mayor autoestima y confianza en sí mismo. Al aprender a sintonizar con las sensaciones físicas de su cuerpo, el preadolescente puede desarrollar una mayor conciencia de sí mismo y una mayor capacidad para regular sus emociones y comportamientos en situaciones difíciles.
En resumen, el cuerpo es una poderosa herramienta terapéutica en el trabajo con preadolescentes, proporcionando una vía de expresión y sanación que puede ayudarles a explorar y procesar sus emociones de manera efectiva.
III. Adaptación de Técnicas Terapéuticas para Preadolescentes
La adaptación de técnicas terapéuticas para preadolescentes es esencial para garantizar que el proceso terapéutico sea efectivo y significativo para esta población. Si bien muchas técnicas terapéuticas pueden ser útiles para los adultos, es importante reconocer que los preadolescentes tienen necesidades únicas y pueden responder de manera diferente a ciertas intervenciones.
Para valernos de los principios de la Psicoterapia HumanistaCorporal en el trabajo con esta poblacion, tendremos que prescindir de las nociones de carácter y si noprescinidir de ellas si adapartarla a un cuerpo en desarrollo, cuidar al consultante en la práctica para no llevar a situaciones catárticas difíciles de elaborar para el/ella, es importante considerar la corta edad de quien tenemos enfrente y algunas de las técnicas que utilizamos con adultos pueden resultar catastróficas en un(a) joven de 13 a 15 años.
Una consideración clave al adaptar técnicas terapéuticas para preadolescentes es su capacidad limitada para elaborar insights complejos. A diferencia de los adultos, cuya capacidad de introspección y auto-reflexión está más desarrollada, los preadolescentes pueden tener dificultades para comprender y articular sus pensamientos y sentimientos más profundos. Por lo tanto, el terapeuta debe utilizar un lenguaje y enfoque que sea accesible y comprensible para el preadolescente, evitando el uso de términos técnicos o abstractos que puedan resultar confusos.
Además, es importante tener en cuenta el interés y la motivación del preadolescente en el proceso terapéutico. A esta edad, los preadolescentes pueden estar más interesados en actividades que sean interactivas, creativas y estimulantes. Por lo tanto, el terapeuta puede incorporar elementos de juego, arte, música o movimiento en la terapia para mantener su participación y compromiso.
Una técnica terapéutica efectiva para trabajar con preadolescentes es el juego terapéutico. El juego proporciona un medio seguro y no amenazante para que los preadolescentes exploren y procesen sus emociones, pensamientos y experiencias. A través del juego, los preadolescentes pueden expresar libremente sus fantasías, deseos y preocupaciones, lo que puede ayudar al terapeuta a comprender mejor sus necesidades y proporcionar apoyo y orientación adecuados.
Otra técnica terapéutica que puede ser efectiva para preadolescentes es el uso de métodos creativos, como el arte terapia o la escritura terapéutica. Estas modalidades permiten a los preadolescentes expresar sus pensamientos y emociones de manera no verbal, lo que puede ser especialmente útil para aquellos que tienen dificultades para verbalizar sus experiencias.
En resumen, adaptar técnicas terapéuticas para preadolescentes requiere sensibilidad hacia sus necesidades únicas y su nivel de desarrollo. Al utilizar un enfoque que sea accesible, participativo y centrado en el preadolescente, el terapeuta puede facilitar un proceso terapéutico efectivo y significativo para el preadolescente.
- Exploración Práctica de las Emociones a Través del Cuerpo
La exploración práctica de las emociones a través del cuerpo ofrece una manera única y efectiva de acceder al mundo interior del preadolescente y explorar sus experiencias emocionales de manera más profunda. Este enfoque reconoce que las emociones no solo residen en la mente, sino que también se manifiestan en el cuerpo, y utiliza esta conexión mente-cuerpo como una herramienta terapéutica poderosa.
Uno de los ejercicios prácticos que el terapeuta puede utilizar es el dibujo corporal. En este ejercicio, el preadolescente dibuja un contorno de su propio cuerpo en una hoja de papel grande y luego colorea o marca las áreas del cuerpo que siente que están tensas, incómodas o que experimentan sensaciones específicas. Este ejercicio puede ayudar al preadolescente a identificar y expresar las emociones que están almacenadas en su cuerpo, proporcionando al terapeuta una ventana a su mundo emocional interno.
Otro ejercicio práctico es la escultura corporal. En este ejercicio, el preadolescente utiliza almohadas o cojines para crear una representación tridimensional de su cuerpo en el suelo. Luego, el preadolescente puede ajustar los cojines para reflejar cómo se siente en su cuerpo en ese momento, lo que puede proporcionar al terapeuta información sobre las sensaciones físicas y emocionales del preadolescente.
Además, el terapeuta puede guiar al preadolescente a través de una serie de ejercicios de movimiento corporal diseñados para ayudarle a conectarse con sus sensaciones físicas y emocionales. Estos ejercicios pueden incluir movimientos lentos y suaves, así como movimientos más enérgicos y expresivos, y pueden ayudar al preadolescente a explorar y liberar tensiones físicas y emocionales almacenadas en su cuerpo.
En resumen, la exploración práctica de las emociones a través del cuerpo ofrece al terapeuta una forma poderosa de acceder al mundo interior del preadolescente y explorar sus experiencias emocionales de manera más profunda. Al utilizar ejercicios prácticos que involucren el cuerpo, el terapeuta puede ayudar al preadolescente a identificar, expresar y procesar sus emociones de manera efectiva, promoviendo así su bienestar emocional y su crecimiento personal.
Conclusión
El trabajo terapéutico con preadolescentes es una tarea compleja y gratificante que requiere sensibilidad, creatividad y compromiso por parte del terapeuta. En este artículo, hemos explorado los fundamentos del trabajo terapéutico con preadolescentes, destacando la importancia del enfoque holístico, el uso del cuerpo como una herramienta terapéutica y la adaptación de técnicas terapéuticas para satisfacer las necesidades únicas de esta población.
Al reconocer y abordar las complejidades de la preadolescencia, el terapeuta puede ofrecer un apoyo efectivo que promueva el bienestar emocional y el crecimiento personal del preadolescente. Al utilizar el cuerpo como una vía de expresión y sanación, el terapeuta puede ayudar al preadolescente a explorar y procesar sus emociones de manera segura y efectiva. Y al adaptar técnicas terapéuticas para preadolescentes, el terapeuta puede garantizar que el proceso terapéutico sea significativo y relevante para la experiencia única del preadolescente.
En resumen, el trabajo terapéutico con preadolescentes es una oportunidad para apoyar el desarrollo emocional y el bienestar de esta importante etapa de la vida. Al ofrecer un enfoque comprensivo y centrado en el preadolescente, el terapeuta puede ayudar al preadolescente a desarrollar las habilidades y recursos necesarios para enfrentar los desafíos de la vida y alcanzar su máximo potencial.
Referencias
Erikson, E. H. (1994). Identity and the life cycle. WW Norton & Company.
Greenberg, L. S., & Pascual-Leone, J. (2006). Emotion in psychotherapy: A practice-friendly research review. Journal of Clinical Psychology, 62(5), 611-630.
Hartmann, T., Zahner, L., Pühse, U., Schneider, S., & Puder, J. J. (2010). Physical activity, bodyweight, health and fear of negative evaluation in primary school children. Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports, 20(1), 27-34.